Araboka Restaurante: la gastronomía tradicional se moderniza en el casco antiguo de Málaga.
Solo necesitas girar desde Calle Císter a Calle Pedro de Toledo para encontrar uno de los mejores restaurantes de Málaga. Araboka se encuentra en pleno centro del casco antiguo, el Museo Picasso está literalmente a unos metros, pero a diferencia de los lugares trampa para turistas a la vuelta de la esquina, este restaurante ofrece excelentes vinos y cenas a precios muy razonables. Si te encanta una versión moderna de esos platos tradicionales que Andalucía y concretamente Málaga hace tan bien, dirígete directamente a Araboka. Un atractivo que me encanta de Araboka es que visten sus paredes con Obras de Arte itinerantes, en esta ocasión disfrutamos de la exposición de fotografía de Enrique Aparicio Muñoz.
Cocina de Herencia. Araboka restaurante
La filosofía culinaria de Araboka se basa en platos tradicionales conocidos internacionalmente como “cocina de herencia”.
El gerente, Antonio Fernández, ha tomado el concepto de receta transmitido de generación en generación y lo ha vuelto a actualizar. ¿El resultado? Sabores que son familiares en el paladar pero también ligeramente inusuales.
Los vinos de Araboka.
Araboka se describe a sí mismo como «Casa de Vinos y Comidas” y es uno de los restaurantes de Málaga con la mejor selección de Vinos. La lista de Vinos es (muy) larga e incluye muchos Vinos Locales de Málaga, así como algunos de los nombres más importantes de la escena del Vino Español. También hay una excelente selección de Vinos Orgánicos. La carta proporciona útilmente la añada de cada vino pero mi consejo es que te dejes guiar por Antonio, que realmente sabe lo que hace.
También me gusta la selección de “Vinos del Día”, una lista de al menos 10 vinos que puedes pedir por copa. Esto significa que puedes probar una selección durante la comida en lugar de quedarte solo con una.
Qué comer en Araboka.
Araboka hace platos tanto tradicionales como modernos y nosotros probamos los siguientes:
De picoteo en la mesa mientras esperamos los entrantes nos pusieron un mantel 100% malagueño.
- Vino Don Pepe, de Cortijo La Fuente D.O. Sierras de Málaga. Color amarillo pálido, pajizo verdoso, muy limpio y brillante. Delicado y complejo, con muchos matices, flores blancas, levadura, tostados, frutos secos (almendras), especiado, con toques balsámicos, invita a olerlo y volverlo a oler durante muchos minutos sin llevarlo a la boca. En boca se muestra muy seco y fresco, sabroso, con notas salinas, equilibrado, de final largo donde vuelven a aparecer las almendras recién tostadas. Un vino muy original y rico.
- Hogaza cateta de pan del obrador de Juanito, en Alcaucín.
- Aceite de la nueva campaña 100% Hojiblanca de la firma La Oliva Roja, de Ronda.
- Una autentica delicia para empezar son los dos cortes de chacina distintas que nos firma La Dehesa de Los Monteros, una cárnica que cría en Benaoján y produce en Almayate.
- El «sofisticado» es la presa ibérica embutida de cochino criado con castañas del Valle del Genal. Lo firma la Dehesa de Los Monteros.
- El «tradicional» panceta rellena de morcón de chorizo.
De entrantes probamos dos platos de referencia en la gastronomía malagueña, la ensaladilla rusa y el salchichón de Málaga.
- Vino espumoso Tartatros, de Bodegas Dimobe, D.O. Sierras de Málaga. La larga crianza de este espumosos garantiza su redondez sin perder frescura y una buena acidez. Color amarillo pajizo brillante, propio de los vinos de crianzas prolongadas sobre lías; notas a manzana verde, sabroso, delicado buena persistencia y volumen en boca.
- Una ensaladilla rusa espectacular donde se sustituye de manera magistral el atún por esturión blanco.
- Receta Original del Tartar de Salchichón de Málaga de Pachu Barrera (primer Executive Chief de Araboka) que dejó la estela del muy buen hacer y de muchas de sus recetas tradicionales. Él fue el creador de este plato que hoy en día aparece en cartas de muchísimos establecimientos de la capital de la Costa del Sol. Cortan a cuchillo el salchichón prolongo, combinan con la guarnición de un tartar convencional, un poquito de cebollita morada, un poco de mostaza y le ligan una emulsión donde aquí aparece la miel, el Pedro Jiménez y la pasa.
De primer plato probamos una maravilla de cuchareo. En cualquier almuerzo que se precie no debe faltar un plato de cuchara, haga frío o haga calor. Siempre debe haber un momento para que la cuchara sea la protagonista.
- Vino Gran Barquero Palo Cortado. El punto de potencia de este maridaje lo aporta la Copa en este primer plato. Jugamos con generosidad alcohólica y nos vamos a D.O. Montilla – Moriles. Volvemos nuevamente a la variedad Pedro Ximénez y en este caso a un crianza oxidativa durante prácticamente 25 años. Es una novedad de la bodega, no tiene más de 5 años en el mercado toda esta gama de 25 años de uno de los productores icónicos de la Denominación de Origen Montilla Moriles cómo es Pérez Barquero en su gama Gran Cortado. Aspecto: limpio y brillante. Ámbar con ribetes cobrizos. Al mover la copa, buena
lágrima glicérica.
Aroma: intensidad media, persistente y compleja. Recuerdos a azúcar tostado, piel
de naranja, frutos secos y caramelo toffe.
Sabor: seco y ligeramente amargo. Buena acidez, salino y bien estructurado.
Amable y equilibrado.
«Una nariz elegante, ligeramente sutil e insinuante, elegante más que potente y agudo en lugar de bajo. El paladar es de cuerpo medio a completo, con una calidad de color melocotón. ¡Pérez Barquero siempre cumple! » Robert Parker Wine Advocate.
- Un caldo potente de ave con garbanzos y setas salteadas y mojadas con ese mismo fondo. El Foie Micuit es el punto de contraste que le dan al mismo plato el punto de cremosidad.
De segundo plato nos sumergimos directamente en el mar de Alborán.
- Vino, Godello de Bodegas Peique, D.O. Bierzo. Una de las variedades blancas de moda ahora en España. Con los 5 meses de crianza sobre lías le da un toque de untuosidad al maridaje. Peique Godello. Amarillo pajizo con reflejos verdosos. Aroma franco e intenso con recuerdos de fruta exótica, flores silvestres y un fondo especiado. En boca es untuoso, fresco y agradable con un final delicado. Fresco y auténtico.
- Calamar de piedra de la caleta. Un calamar muy menguadito que tiene una textura muy cremosa . De hecho es lo más sorprendente que nos encontramos. El crujiente exterior, la cremosidad y después el leve carácter dulce. Debajo lleva un majadito que se prepara con pimiento y tomate asado y un pesto verde de parmesano, piñones y albahaca.
De plato principal disfrutamos de un plato de carne maridado con un tinto de Andalucía.
- Vino Campestral Arcos de la Frontera, 100% Tintilla de Rota con 6 meses de crianza en bota de vino de Xerez usada. Es un vino seco, una acidez media, con taninos muy bien equilibrados, sedoso, con cuerpo sin ser pesado, cálido, robusto, con una entrada intensa. Según se saborea va cogiendo cuerpo, con un final de boca muy suave y elegante.
- Cabezal de cerdo ibérico elaborado a baja temperatura y reducción con meloso de patata con reducción de jugo de carne.
Ya en el antepostre quiero explotar pero tanta delicia ante mis ojos hace que me pueda la gula.
- Vino Contrabandista Pale Cream, Bodegas Valdespino, D. O. Xerez. Es un amontillado «encabezado» con Pedro Ximénez.A. R. Valdespino es una de las casas bodegueras más antiguas de Jerez, hoy integrada en el Grupo Estévez junto a Real Tesoro e Hijos de Rainera Pérez Marín.
- Nos sirven un plato surtido de quesos. Empezamos con la briqueta elaborada en pinchos de la familia Aguado, seguimos con una payoya semicurada, gouda macerado en jengibre, un queso azul de Lugo Saveel.
El postre!!!
Ya sí, de postre no comimos unos vasitos con tarta de queso y Mousse de limón. Dos tipos de delicias dulces que maridamos con Viña Axarquía Maestro, una Moscatel de Alejandría de Bodegas Dimobe, D. O. Málaga. Un vino pálido, brillante, aromas a fruta madura, notas tropicales y amieladas, floral. Fresco y sabroso en boca.
